Mi querido asesino en serie es la última novela de la inspectora Petra Delicado, quien junto a su subalterno compañero, Fermín Garzón y la colaboración con un inspector de los mossos d`esquadra, Roberto Fraile, deberán hacer frente a una serie de asesinatos cometidos en la ciudad de Barcelona con un idéntico patrón: todas las victimas son mujeres, acuchilladas brutalmente, con el rostro desfigurado y una carta de amor edulcorado sobre el cuerpo. Desde este momento, se adentrarán en una investigación repleta de complicaciones y contradicciones que los llevarán a la desesperación e, incluso, a una sensación de pérdida y descontrol en el trascurso de los días, minándole las fuerzas. Sin embargo, el tesón de los investigadores en su empeño por no querer abandonar a las victimas será lo que les lleve, tras un duro esfuerzo, a la resolución del crimen.

La estructura narrativa está construida de una forma consciente,  trascurre por un camino de espinas con múltiples senderos por los que los investigadores tendrán que discurrir hasta poder dar con la clave del misterio. El uso de los diálogos produce en la narración un estilo ágil y fluido, repletos de humor, referencias literarias a la novela del género negro y reflexiones de peso que calan en el lector. En este sentido, el uso de la primera persona focalizada en Petra le concede una voz propia para la introspección personal e intima, describiendo la personalidad pétrea pero a la vez delicada que con su propio nombre se indica mediante el recurso del oxímoron.

A través de estos múltiples asesinatos la autora refleja la soledad de las personas en las grandes ciudades escarbando en la cotidianeidad para revelar lo que se encuentra en las profundidades de una sociedad que tiende, cada vez más, al individualismo. Por lo tanto, es una novela que muestra una critica social desde una perspectiva en la que se mezcla lo sórdido de los crímenes con la utilización de la ironía, un factor que funciona como contrapunto de la crueldad, punto de anclaje para poder sobrevivir a un mundo cada vez más caótico.

Con todos estos elementos, la autora consigue, mediante la mezcla de varios géneros literarios como son el de la novela negra, la novela de corte social y los elementos humorísticos una novela sórdida pero a la vez paródica, pudiendo resultar a veces una sátira ante los estereotipos del inspector que se pasa las noches en vela para atrapar al asesino en serie que tiene en vilo a la sociedad. También es característico la importancia de la comida, un factor determinante en la novela negra mediterránea, recordando a obras tales como las creadas por Manuel Vázquez Montalbán, Andrea Camilleri o Petros Markaris, cuyos protagonistas suelen resolver sus investigaciones mediante la recomposición de los hechos a través de la lógica y el raciocinio, sin dejar de lado los impulsos instintivos, al igual que Petra.

Para concluir, en lo que respecta a mi opinión personal, considero que es una obra con un alto contenido tanto argumental como estilístico. Sin embargo, el uso estereotipado de la mujer que asesina solo por violencia o por enfermedad mental me causa cierta inquietud e incomprensión, puesto que no casa con la poética creada por la autora, quien subvierte todas las normas establecidas en cuanto a la visión de la mujer a través de su personaje. A pesar de lo dicho, estimo que su lectura agradará y suscitará a la cavilación por parte de los amantes al género de la novela negra.

Ángel Madero

(Teórico de la Literatura y especialista en Literatura policial)